Del querer hacer….al poder hacer

Jorge Sánchez Chavalie

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Hoy sin duda, las mejores opciones, las mejores propuestas, las mejores ideas, despuntan sobre la decisiones de quien tiene que tomarlas, las autoridades de turno, por supuesto algunas atinadas, otras no tanto ya que el atender las necesidades, los requerimientos de todos será siempre una empresa muy complicada y sin duda ¡mi propuesta¡ salvadora del mundo se quedó de lado, la fórmula medicinal mágica (para lo cual ya me proponen como premio nobel), o el que tiene la fórmula para salvar la economía de los países, la provincia, el cantón, la parroquia, a lo Bolsonaro o Trump “la economía sobre la salud”, en fin toda propuesta es valedera  desde la comodidad de mi casa, desde el rostro oculto de una red social.

Hoy sin duda, los nuevos políticos-autoridades los llamados Millenials jugadores de nintendo, playstation están dando muestras de decisiones más acertadas, priorizan acciones, recursos, realizan gestiones, caminan en el asfalto, en la tierra, en el lodo, destinan el dinero de la fiestas patrias a favor de raciones alimenticias, servicios básicos, sanitización de espacios públicos  y apoyan procesos de salud VS políticos dinosaurios de la gestión, asesores (los que creen conocer la realidad, la política pública) quieren comprar maquinaria para el sector privado con recursos públicos, compran tablets (sin datos para el internet o para el sector rural sin cobertura), claro sin entender la real dimensión o necesidad, a la final mientras “no sea recurso propio” todo es válido.

Hoy sin duda, es el momento de valorar el jean de Pelileo, las camisas de Pasa, los zapatos de Cevallos, las prendas de cuero de Quisapincha, la fritada de la gata o doña Georgina, el café con verde de la Bolívar, los platos típicos del chiquito Lara, las tortillas de maíz en Ingahurco, las arepas de Patate, el pan y las legumbres en el barrio, es lo nuestro, lo cercano pues a la final el cuerpo no sabe de Adidas, Tommy, Nike, Coco Chanel, Pingles, Snickers, Megas o Hipermarket’s.

Hoy sin duda, los seres humanos tenemos la oportunidad de hacer una introspección del YO, de aprender o re-aprender, pues levantarnos de esta pandemia y seguir nuestra vida a la velocidad de la luz, es que no hemos aprendido que la vida es de contemplación, de no perder la capacidad de admiración, de caer rendido ante la sonrisa de tu hijo, y de que el apoyo mutuo te llena de satisfacción.